1/10/12

Dicho de la semana (18): Ahí le aprieta el zapato.

AHÍ LE APRIETA EL ZAPATO


La expresión ha sido sacada de un simpático cuento castellano protagonizado por un cura y un zapatero. Éste último, muy apesadumbrado, fue a visitar al párroco para contarle que quería separarse de su mujer. En un intento de disuadirlo, el cura comenzó a relatarle las cualidades de su esposa: " Es bella, es buena cocinera, es una cristiana modelo..." Entonces, el zapatero mostró sus zapatos al cura y le dijo: ¿Qué le parece este par? El párroco respondión: " Me parecen unos hermosos zapatos, hechos con una piel muy buena y parecen cómodos". Y el artesano replicó: " Así es padre, pero usted no puede saber dónde me aprietan". La frase ha quedado para ser utilizada cuando se descubre el punto débil de una persona, o algo que le moleste o duele de sobremanera.
Un dicho muy parecido a éste es yo sé dónde me aprieta el zapato y proviene de una anécdota que cuenta Putarco en sus Vidas Paralelas.
El filósofo griego cuenta que un patriarca romano tenía por esposa a una hermosa y fiel dama, y, sin embargo, la repudio. Los amigos, que no daban crédito a la decisión del patriacrca, reporbaron su postura, pero él les contestó lo siguiente: ¿Veis mi calzado?¿Habeis visto otro mejor trabajo, ni más elegante? Sin embago yo sé donde me lastima el pie.




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